Y pasando el tiempo, cuando vuelves a un lugar en el que hace un año que no has estado, vuelves a conectar con quien te habías desconectado. Sabes que las cosas habrán cambiado y aún así rompen tus expectativas, asi que mejor no tenerlas, de esa forma uno aprende a estar en ese momento sin juicio ni suposición. Piensas que el resto del mundo se mueve pero no avanza, cambia, pero no se transforma, y cuando vuelves a él, realmente es otro mundo. A veces eso deprime, a veces eso ayuda aunque no lo comprendas.....Si sabes apreciar lo que te enseña el instante y el momento, quizás no aumentes tu tamaño, pero si serás más grande. Centraté en tí y deja que los demás sigan su camino propio.
Pero cuando elijas a tus amigos, que sean de verdad aquellas personas que te hagan sentir bien, no busques un bienestar en alguien aunque lo aprecies cuando realmente no te lo está dando. Elije a quien te de buenas sensaciones y experiencias provechosas, que te hagan vibrar y vibra con ellos como si fueran uno sólo.
Algún día irradiarás tu propia luz..
Daniel-San.
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Bastante de acuerdo, Dani... pero no le des vueltas: hay veces que no puedes elegir. El mundo te pone a alguien en el camino y, sin ninguna razón aparente, esa persona hace que tus esquemas se tambaleen, y quedas enganchado a ella. Sin remedio. Y sin elección. Supongo que habrá que aprender a disfrutar la ola cuando llega arriba, y a meter la cabeza cuando llega abajo, esperando que vuelva a subir.
ResponderEliminarComo la vida misma...